Parece increíble que una pequeña gota de agua puede causar tanto daño, pero es así. En los aviones, por ejemplo, una gota de agua equivale a un riesgo de seguridad, ya que esa gota se puede convertir en hielo en segundos si cae sobre fuselaje congelado.
El escudo se basa en investigaciones anteriores que encontraron que una superficie con pequeños detalles en forma de crestas rompía la forma de la gota de agua y su simetría tras un impacto, lo cual incrementó la velocidad con la cual rebotó de la superficie. Esto, en cambio, redujo la cantidad de tiempo que el agua estaba en contacto con la superficie, lo que significa que hay menos tiempo para un intercambio térmico.
La solución del MIT también utiliza el concepto de superficies alteradas. Sin embargo, los investigadores encontraron que superficies con estructuras más complejas, como los anillos con forma de boles, son más eficientes repelando el agua.
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