Esta historia tuvo lugar en una carretera que da hacia el aeropuerto internacional de Denver, Colorado, en Estados Unidos. El problema comenzó cuando un accidente en la carretera principal hacia el aeropuerto creó un embotellamiento masivo.
Ante esto, Maps "tomó las riendas". La aplicación comenzó a dar una ruta alterna a los conductores para que evitaran al tráfico; y obviamente, sonaba demasiado lindo como para ser verdad… o como para no seguirla.
Así, los conductores se dirigieron a un camino de tierra que, gracias a las recientes lluvias, ahora era una piscina de lodo fangoso.
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