El popular vloguero estadounidense Casey Neistat encontró un chip cosido a una toalla en un hotel de Londres y lanzó dos preguntas a sus seguidores de Twitter: "¿Puede alguien identificar esto? Estaba cosido a una toalla en mi habitación de hotel y conectado a una antena. ¿Me están espiando?"
Como le hicieron saber sus seguidores, eso no es un micrófono espía sino un chip RFID pasivo que algunos hoteles cosen a las toallas y las sábanas para evitar que sus clientes se las lleven accidentalmente. No tiene forma de etiqueta, como los de las tiendas de ropa y los supermercados, porque está diseñado para adherirse a una fibra textil y soportar cientos de lavados. Hoy en día, los RFID encapsulados se pueden comprar por unos pocos centavos en Aliexpress; soportan temperaturas de entre -40 y 85 grados Celsius.
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