Tanto si reiniciamos el sistema como si apagamos y encendemos el equipo, todos los componentes se reinician como parte del proceso de apagado. Pero no sólo se queda ahí, ya que durante el proceso de reinicio del sistema, toda la lógica del equipo también se restablece. Esto significa que la CPU, memoria, controladores o drivers de los componentes y periféricos conectados al equipo, reciben sus comandos de restablecimiento.
Por lo tanto, el hecho de que los componentes del equipo se reinicien y vuelvan al mismo estado que cuando encendemos el ordenador, hace que ciertos errores que tienen que ver con algún conflicto entre dispositivos, la falta de memoria RAM, el uso excesivo de CPU, la escritura o lectura lenta del disco, etc, se solucionen automáticamente con sólo reiniciar el sistema.
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