La cámara utiliza la inteligencia artificial para aprenderse las caras de las personas y hacer fotos de momentos interesantes.
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Es un producto diseñado para estar solo, en cierto sentido. El usuario debe dejar Clips, que es un cuadro de 5x5 cm, en un sitio y olvidarse de ello. Así se supone que puede "capturar el momento", permitiendo que el usuario viva en el momento en vez de detrás de la cámara. La cámara siempre está observando, pero no manda ninguna información a servidores externos, según Google.
Clips tiene un precio de $249 y está destinado para los padres que hacen muchas fotos de sus niños.
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