Regalar en lugar de vender. Así es como funciona Gratix, una aplicación que se puede encontrar desde hace dos meses en el catálogo de la App Store y de Google Play. Se trata de una plataforma que, según su fundador, está predispuesta a revolucionar los hábitos de consumo de nuestra sociedad. En una era en la que el mercado de segunda mano está cada vez más extendido en todo el mundo, surgen alternativas a las opciones que ya todos conocemos como Wallapop, Chicfy o Vibbo. La nueva filosofía de Gratix es regalar lo que no se usa y pedir lo que se necesita. El gran desafío que tienen por delante no es sólo convencer a la gente de que use su aplicación, sino también el cómo monetizarla.
Para hablar de las ventajas y desventajas de Gratix, es necesario conocer su funcionamiento. Y es que esta aplicación se basa en un sistema de trueques en diferido, una plataforma para que los usuarios puedan regalar lo que no usan y "desear" lo que necesitan. Es decir, si una persona precisa algo que tú tienes, puedes regalárselo sin recibir nada a cambio y conseguir puntos. De esta manera, también podrás pedir tú otros objetos si cuentas con suficientes puntos. Tampoco se trata de un intercambiador de bienes, ya que esto implicaría dar y recibir algo. El objetivo de la aplicación es allanar el terreno para las ocasiones en las que no se necesita nada y se quiere dar una segunda vida a las cosas que ya no se necesitan.
Carmen Valor, experta en Consumo y profesora de Economía en la Universidad Pontificia de Comillas, razona sobre la idea que hay detrás de muchos de estos regalos: "Tenemos tantos problemas de espacio normalmente en las familias que que alguien te libere de esos bienes puede ser una gratificación en sí misma. Aunque no recibas dinero, el hecho de desalojar los objetos de tu salón o trastero es una manera de compensarte".
Seguir leyendo
Para hablar de las ventajas y desventajas de Gratix, es necesario conocer su funcionamiento. Y es que esta aplicación se basa en un sistema de trueques en diferido, una plataforma para que los usuarios puedan regalar lo que no usan y "desear" lo que necesitan. Es decir, si una persona precisa algo que tú tienes, puedes regalárselo sin recibir nada a cambio y conseguir puntos. De esta manera, también podrás pedir tú otros objetos si cuentas con suficientes puntos. Tampoco se trata de un intercambiador de bienes, ya que esto implicaría dar y recibir algo. El objetivo de la aplicación es allanar el terreno para las ocasiones en las que no se necesita nada y se quiere dar una segunda vida a las cosas que ya no se necesitan.
Carmen Valor, experta en Consumo y profesora de Economía en la Universidad Pontificia de Comillas, razona sobre la idea que hay detrás de muchos de estos regalos: "Tenemos tantos problemas de espacio normalmente en las familias que que alguien te libere de esos bienes puede ser una gratificación en sí misma. Aunque no recibas dinero, el hecho de desalojar los objetos de tu salón o trastero es una manera de compensarte".
Desde Gratix señalan que uno de los objetivos de su aplicación es la lucha contra el cambio climático. "El consumo es el arma más poderosa que tenemos para cambiar el mundo. La gente dice estar preocupada por el cambio climático, pero luego nuestras acciones no están alineadas con esos valores", afirma su CEO y fundador, José María García. En este punto, Valor coincide en que "si extendemos la vida útil de los bienes, la mayoría del impacto en el medioambiente solo se produciría en el transporte del bien. Cuanto más extendamos la vida útil, menos impacto creamos". Y agrega: "Lo cierto es que los datos apuntan a que los vertederos ya no dan más de sí". Pero la experta también incide en los desafíos que la compañía va a tener si quiere crear una red lo suficientemente grande para cambiar esos "hábitos" de los que hablan en Gratix.
Desde Gratix señalan que uno de los objetivos de su aplicación es la lucha contra el cambio climático. "El consumo es el arma más poderosa que tenemos para cambiar el mundo. La gente dice estar preocupada por el cambio climático, pero luego nuestras acciones no están alineadas con esos valores", afirma su CEO y fundador, José María García. En este punto, Valor coincide en que "si extendemos la vida útil de los bienes, la mayoría del impacto en el medioambiente solo se produciría en el transporte del bien. Cuanto más extendamos la vida útil, menos impacto creamos". Y agrega: "Lo cierto es que los datos apuntan a que los vertederos ya no dan más de sí". Pero la experta también incide en los desafíos que la compañía va a tener si quiere crear una red lo suficientemente grande para cambiar esos "hábitos" de los que hablan en Gratix.
No hay comentarios:
Publicar un comentario